Necesidades
El mal uso del contenido digital estrecha nuestro mundo en lugar de ampliarlo.La necesidad del curador
La respuesta a casi cualquier pregunta está disponible en cuestión de segundos, gracias al motor de búsqueda, el invento que ha alterado nuestra forma de adquirir conocimientos. Materializar respuestas del aire es la parte fácil, la tarea de la que se encarga la máquina. La dificultad real empieza cuando se hace clic en los resultados de la búsqueda. A partir de ahí, toca detectar los bits exactos de desinformación, spam, estafas, leyendas urbanas, y engaños. “La detección de la basura” (crap detection), como Hemingway lo llamó hace medio siglo, es más urgente que nunca.
El Big Data, el Machine Learning, la revolución robótica, y la IA junto con el aumento de sistemas de control y seguimiento pueden facilitarnos el trabajo, pero el factor humano debe estar presente. De hecho, la falta de curadores humanos es una de las causas de por las que se propagan las noticias falsas.
La búsqueda
El mal uso del contenido digital estrecha nuestro mundo en lugar de ampliarlo. Y lo llena de una cascada de historias vacías que ahogan las más significativas. La mayoría de los usuarios de Internet creen que los motores de búsqueda son imparciales y que proporcionan los resultados más eficaces para lo que necesitan saber. No cuestionan el sistema por el cual se proporcionan -y priorizan- los resultados de la búsqueda. El monitor se ha convertido en un espejo unidireccional. Las listas de resultados sobre la búsqueda de contenidos son cada vez menos eficaces porque el valor del contexto no se encuentra.
Hay una demanda insatisfecha de aquellos que quieren entender el sentido y comprender en profundidad un tema específico en lugar de encontrar un conjunto de artículos cortos dispersos por blogs.
“Puedes pensar que eres el dueño de tu destino, pero la personalización te conduce a una especie de determinismo informativo guiado por un clic que has dado en el pasado y que te conduce en una sola dirección; tu historial web, que estas condenado a repetir. Puedes quedar atrapado en una constante versión reducida de ti mismo. Un bucle sin fin”.
Yochai Benkler, autor del “la riqueza de las Redes”